Educación para construir una cultura de paz en Colombia
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Abstract
La terminación del conflicto armado en Colombia genera unas enormes expectativas sobre un futuro inmediato de convivencia pacífica, desarrollo y bienestar. Es un anhelo legítimo en un país en donde la violencia en sus múltiples manifestaciones ha campeado a lo largo de su historia republicana. La desigualdad en la distribución de la riqueza lo sitúa en los primeros lugares de la inequidad mundial, según
las mediciones del coeficiente de Gini, y su desarrollo humano no mejora significativamente dentro del concierto mundial (Según el Índice de Desarrollo Humano del PNUD, en el año 2000 Colombia ocupó el lugar 68 entre 174 países, y en el 2014 el puesto 98 entre 187 naciones).
Los acuerdos para la terminación del conflicto armado determinan unos compromisos del Gobierno Nacional sobre reformas en los campos económico, jurídico, social y político para avanzar hacia el bienestar de la población, propiciar mejores condiciones para la participación y disminuir la la inequidad y la exclusión. No obstante, es claro que esos cambios necesarios no se darán ipso facto con la firma de los acuerdos; requerirán de voluntad política para la toma de decisiones, así como de transformaciones culturales que los hagan posibles, todos ellos altamente importantes y complementarios. Sin embargo, la construcción de una cultura de paz será el tema más impactante y definitivo en la generación de ese país anhelado, y también el que requerirá de mayores voluntades, energías y recursos, lo cual sitúa este desafío como el de más calado y énfasis prioritario en el postconflicto.