Editorial. Educar es una aventura
##plugins.themes.bootstrap3.article.main##
Keywords
Educar, aventura
Resumen
La tarea de educar es, por naturaleza, una aventura. Desconocemos el punto de partida y el punto de llegada. El conocimiento del ser humano se nos escapa como el agua entre los
dedos de la mano. Nunca podremos afirmar con rotundidad que el niño, adolescente, joven o adulto que tenemos entre manos es objeto de un conocimiento acabado. Son tantas las variables que intervienen en la configuración de la personalidad de cada ser humano que nos resulta inaccesible en su totalidad. Podemos acercarnos a un “cierto” conocimiento y hacer conjeturas en base al mismo, asumiendo el riesgo de fundar una actuación educativa sobre una base no segura. Y a pesar de todo nos “atrevemos” a educar. Pero de ¿cuántas
actuaciones educativas nos sentimos seguros, y no por ello dejamos de actuar?.